Construida, originariamente, extramuros de la villa, la ermita de San Sebastián constituye, respecto a este tipo de ermitas serranas, el ejemplo más grandioso de toda la provincia, según el estudio publicado por Ortíz Juárez, Bernier y Nieto Cumplido en el Catálogo Artístico y Monumental de la Provincia de Córdoba.

Construida, originariamente, extramuros de la villa, la ermita de San Sebastián constituye, respecto a este tipo de ermitas serranas,  el ejemplo más grandioso de toda la provincia, según el estudio publicado por Ortíz Juárez, Bernier y Nieto Cumplido en el Catálogo Artístico y Monumental de la Provincia de Córdoba. Su longitud llegaba a los 23 metros siendo su anchura 10 metros. Consta de siete arcos y su planta primitiva es de una sola nave sin ábside. Su antigüedad es paralela a la de la Ermita de Santa Ana. En la antigüedad fue utilizada como lazareto para aislar a los enfermos contagiados de peste con la finalidad de evitar la propagación de la enfermedad.