Ayer llegaban a Hinojosa del Duque los participantes en la II Marcha 24 horas entre Córdoba e Hinojosa por el Camino Mozárabe que se iniciaba el pasado sábado en la Iglesia de Santiago de Córdoba. Un total de 124 participantes han recorrido a pie alguno de los tramos en que se divide este camino e incluso once de ellos han caminado todo el recorrido, 101 kilómetros, manifestando su satisfacción a su llegada.

En la fuente del Pilar, a la entrada de Hinojosa, pudieron refrescarse para continuar hasta la Plaza de la Catedral donde finalizó la marcha. Esta iniciativa organizada por el Ayuntamiento ha contado con la colaboración del club local de senderismo «Entrehinojos», además de la Asociación cordobesa  del Camino Mozárabe.

El pasado viernes una conferencia a cargo de Mari Angeles Fernández, presidenta de la Federación Española de Amigos del Camino de Santiago, servía de preámbulo a esta aventura que ha contado con una gran participación y con magnífica climatología. Para el concejal de Turismo, Santos Ortega, responsable de la iniciativa en el consistorio hinojoseño la experiencia ha sido estraordinaria, «poder contar con la participación de tantos peregrinos que nos animan a continuar por la apuesta del Camino Mozárabe a su paso por Hinojosa como reclamo turístico».

La localidad que cuenta desde el pasado año con un albergue para peregrinos, acogía también ayer el Encuentro nacional de peregrinos, como colofón a todo un fin de semana con actividades entorno al camino. Desde la oficina de turismo de Hinojosa se han coordinado las inscripciones de los peregrinos participantes desde lugares tan dispares como Córdoba, Málaga, Almería y Jaén. El recorrido ha estado dividido en tres tramos. Un primer tramo desde Córdoba hasta el Vacar con 30 kilómetros. El segundo con la misma distancia entre el Vacar y El Calatraveño y el tercero con 41 kilómetros divido en dos etapas, la primera hasta Alcaracejos y la segunda entre Alcaracejos e Hinojosa, donde finalizaba la marcha. A su llegada a la Plaza de la Catedral los participantes pudieron descansar, ralajarse y compartir junto a una  paella las diferentes experiencias vividas en esta II Marcha.